Todo texto aquí visto es pura creación de grillito, alias Azul, alias Fairy, alias la chica astronauta, alias Azul, alias la loca esa

toda imagen aquí vista es pura creación de alguna persona, ecepto grillito, a menos que ella diga lo contrario. Si quieren ver dibujos de ella, vayan a http://lachicamariposa.deviantart.com/

Procuren no chocarse con la luna!

martes, 13 de octubre de 2009

alas para los humanos


Todo era oscuridad.
Por alguna razón, muchas historias comienzan en oscuridad. Como nosotros, cuando estábamos en la panza de nuestras madres, y aún no habíamos desarrollado el sentido de la vista. O como el universo, cuando no había nada.
Pero la verdad, es que nadie sabe como fueron las cosas en esos momentos. A lo mejor no estaba todo oscuro. O no existía luz que nos permita diferenciar la oscuridad.
Pero esta historia comienza en oscuridad, y eso es cierto. En lo más negro de las penumbras, cuyo espectáculo terrorífico solo podía presenciarlo una pequeña niña asustada. Lloraba, porque no entendía nada. Toda esa realidad confusa se le había desmoronado en la oscuridad, y simplemente hacía lo que hacía cuando no sabía que hacer.
El tiempo en la oscuridad es difícil de medir, sobretodo cuando solamente estás sentado, llorando. A lo mejor solo pasaron unos segundos, o días, cuando la oscuridad se vio interrumpida por la luz, que provenía de una puerta que se abría. Fue la primera vez en ese tramo desconocido de tiempo que la niña pudo ver algo que no sea si misma. Sus ojos se desviaron primero en el color de pared, un rojo amarronado. Y luego, el primer rostro después de la oscuridad.
Un chico alto, de piel morena, una expresión amable, aunque crispada por alguna razón. Tenía el pelo negro como la tinta, y a ese nivel que no estaba ni largo ni corto. Vestía una bata blanca.
Ya lo conocía. Se llamaba Kevin, e iba a su escuela.
El chico miró a la niña, que poseía esos ojos redondos y celestes como burbujas, ese pelo dorado que brillaba en la oscuridad, esa expresión de nena inocente y asustada, que no cabía en su propio cuerpo, y se sintió trabado por el remordimiento. Pero su mente se encontraba en algo muy serio como para dejarse engañar por una chica tontarrona e infradotada.
- dale, salí- le dijo en voz baja.
La chica gimió de forma audible, y mientras se acercaba a la salida, estos parecían aumentar su volumen.
Kevin la condujo por un pasillo hacia una sala llena de diversos aparatos tecnológicos, y el que más llamaba la atención era uno que consistía de un enorme cilindro de cristal. En esa sala, habían algunos hombres trabajando.
Kevin se dirigió hacia uno de ellos.
- aquí está, padre.
El señor, que también vestía bata blanca, sonrió.
- Perfecto- dijo, luego miró a la niña, la tomó de la mano, como si quisiera desplazarla – ven aquí… ¿cómo es que llama…?
- Pía- respondió Kevin fríamente
- Ven aquí, Pía, no sabes cuan necesario era que estés aquí… - dijo, y la hizo caminar hasta el aparato del cilindro. La chica estaba asustada, y cuando todos menos se lo esperaban, se largó a gritar incongruencias.
El señor la tranquilizó. La metió adentro del cilindro de cristal. La niña volvió a desesperarse. El señor le dijo que se calmara. Que todo iba a estar bien. Que cuando saliera, se iba a sentir mejor que nunca. Libre. Hermosa.
La chica no entendía sus palabras, pero le tranquilizaba la voz de aquel extraño científico. Así que se calmó.
El señor sonrió una vez más. Y con el mejor humor del mundo, se puso a apretar unos botones que formaban parte de la máquina.
Mientras hacía esto, le preguntó a Kevin.
- Sabés porqué te pedí que la trajeras hasta acá, ¿verdad?
- Si, por el alma. – respondió.
- ¡Exacto! – dijo con orgullo y con placer - ¿y porqué es diferente a la nuestra? ¿Por qué esta alma es necesaria para nuestro proyecto?
-por la discapacidad que tiene la chica. Su dificultad para comprender el mundo la vuelve más inocente. Esto hace que cuando le crezcan las alas no vaya disparada hacia el sol, como los demás seres humanos.
El señor lanzó una risotada.
- ¡Exacto! ¡qué muchacho, qué muchacho…!- y luego masculló algo que nadie entendió.
El chico se quedó pensando. Era cierto, el era muy aplicado para su edad, y eso que no llegaba ni a los 12. Y a pesar de todo lo que había vivido, él seguía siendo un niño…
- Preparate, Kevin, estás a punto de presenciar eso que Los Buscadores han buscado durante décadas. ¡El hombre alado! – dijo estas palabras con tal satisfacción que largó a reír una vez más, y bajó una palanca.
Fue ahí que diversos rayos cubrieron el interior del cilindro. La chica entró a una especie de locura. Gritó con todo lo que pudo, de miedo, de susto. Luego los rayos cambiaron de color, y se dirigieron hacia ella. Y entonces si que gritó, pero por motivos diferentes… Era dolor, todo se dieron cuenta de que era dolor. Era un dolor tangible y que Pía no comprendería. Luego se divisaron como unos pequeños cuernos que crecían en su espalda. Los gritos eran desgarradores.
- Humm… - dijo el señor- el progreso va demasiado acelerado… ¡Kevin! apretá el botón de apagado, ese que está al lado tuyo.
Kevin, quizá por el intelecto poco natural que poseía para estos temas, comprendió algo que le impedió obedecer la orden.
- pero padre… ¡No puedo hacer eso! ¡Si lo hago ella podría morir!
- ¡Kevin, te digo que apagues la máquina!
- pero padre…
- ¡basta de llamarme padre! – dijo, y con una furia ciega le rompió la nariz.
El niño cayó, y se llevó las manos a la cara, empapándolas de sangre. Miró al señor con miles de preguntas en los ojos.
- ¡no te me hagas el inocente! ¡creí que padecías de una locura o qué se yo, hay de todo en tu colegio! ¡ pero no! ¡me engañaste para que te diera de comer, y un lugar para dormir! ¿creíste que no me iba a dar cuenta? esta mañana fui a hablar con tu director al respecto. Me dijo que poseías una salud mental increíblemente sana, que incluso eras muy sagaz, a pesar de todas las disputas que tuviste con tus padres! ¡ además me mentiste sobre tu edad! ¡me dijiste que tenías catorce cuando apenas llegas a los nue…!
- diez, diez años – aclaró con una sonrisa maliciosa, con la mano aún tapándose el rostro.
- ¡mocoso condenado!
- Si, diez años, y caíste – dijo, orgulloso – Me escapé de casa. No soportaba a mis padres, no respetaban mi religión. Sabía que estabas con este tema del hombre alado, y que pertenecías a Los Buscadores, así que me pareció oportuna una visita, pero no sabía que este lugar estaba lleno de mierda…
- ¡Basta! ¿para que viniste acá? ¿realmente te interesa el tema de Los Buscadores? te estás esforzando en vano. Tu alma está podrida, jamás podrás hacer lo que esta niña, y mucho menos alcanzar la inmortalidad, o la razón.
La expreción de orgullo se borró de la cara del niño.
- ¡Eso no es cierto!
- ¡Claro que si! tu futuro no existe, tu vida está arruinada…
En ese mismo momento, un destello blanco estalló, y todos entraron en trance.
Alma. Ese nombre que los científicos le daban a esa chispa que te daba la vida. Esa chispa de prueba, imperfecta, que creaba tus defectos, pero también tus virtudes. Esa maldita chispa…
Kevin, que había visto más de 3 veces como esos hombres se lanzaban de una al sol, embobados por la avaricia de ver esa cosa que brillaba, no podía permitirse el verlo otra vez. Sería demasiado para su alma. Cuando un alma se intoxica, no hay mas chispa. No hay más vida. Y no podría cumplir su destino. El principal objetivo de los que seguían la religión de los buscadores era, por sobre todas las cosas, descubrir que había después de la muerte antes de morir. Se creía que, lo que había después de la muerte, era tan traumante que destrozaba tu alma por completo y morías después de descubrirlo. Era por eso que los que seguían esa religión cuidaban tanto sus almas. También se creía que mientras más pura sea tu alma, más cerca estabas de la inmortalidad.
Pero lo que Kevin no sabía era que el daño que se había hecho ahora era peor. Lo descubrió cuando despertó. No supo por qué despertó, porque una parte de él creía lo que su supuesto padre le había dicho. Que su alma estaba demasiado manchada como para sobrevivir. Pero vivió aún cuando todos los demás estaban muertos. Sucedió que la máquina se sobrecargó, haciendo morir, no solo a los científicos, si no también a la niña que estaba dentro. Y el sobrevivió, a lo mejor por esa facilidad que tenía para vivir.
Al final, lo único que había impedido que Pía volara no era su alma perfecta, si no la imperfección de los demás. Si Kevin y el científico no se hubieran puesto a discutir, habrían prestado atención al tema, y todo habría salido bien. Pero el hombre no fue hecho para volar, son cosas que nunca pasarán, ni deberían intentarse.
A pesar de estar todo lastimado, pudo levantarse y sonrió. Era totalmente diferente a la chica que había muerto. Con esa inocencia, con ese rechazo al mundo real… Él, con el cerebro tan humano, y ella, con el cerebro tan… pájaro. Si, exactamente, era un pájaro. ¿Cuánto debió mancharse su alma para a haberse muerto de esa forma tan repentina? Estúpida chica pájaro…

domingo, 11 de octubre de 2009

juego

ToDos SomOS NIñoS... pero nadie es inocente

domingo, 27 de septiembre de 2009

siete (apocalipsis) / intr.


Esta historia, como todas las historias, comienza en aquella dimensión extraña y completamente paralela, en la que un grupo de escritores escriben la realidad. Empiezan con diferentes posibilidades, diferentes situaciones, y eligen la que más les gusta. Las desechadas terminan en la sala de “las historias que pudieron haber sido”. Las elegidas vienen a nuestro mundo, y forman parte de nuestra vida cotidiana.
Así, diferentes grupos de trabajadores se encuentran en una sala llena de árboles, y plantas extrañas, escribiendo en cualquier hoja que encuentren.
En eso estaban, cuando entre los árboles, aparece una silueta de persona, de rasgos cuadrados. Por alguna misteriosa razón, la cara de esta persona estaba cubierta por la sombra, y apenas podías adivinar que había tras ese velo de oscuridad.
Ninguno se sorprendió demasiado de verlo, pero todos suspendieron su trabajo para atenderlo. La silueta habló.
- Ya está. Se termina todo. Hay que encontrar una manera de destruirlos.
Un murmullo se extendió entre los diferentes grupos de escritores. Eran murmullos de sorpresa y de irritación. Entre ellos, se repetían mucho las palabras “¿Por qué?”.
- ÉL se cansó de esperar que solucionen sus errores, debemos admitir que les dimos demasiadas oportunidades, y cuando todo parecía que se iba a arreglar, nos volvieron a traicionar. Se cansó de que ellos sean su única creación imperfecta. Es una mancha que tenemos que borrar.
Todos empezaron a hablar más fuerte. Algunos se mostraban de acuerdo, otros no, y otros trataban de mantener el orden.
- Para que esta disputa sea más organizada, representarán a cada grupo de escritores los 5 escritores principales.
Así, de cada grupo salió un representante.
Lis, la escritora especialista en situaciones románticas.
Om, el escritor especialista en filosofía y psicología.
Lu, la escritora especialista en magia.
Arg, el escritor especialista en ciencia ficción.
Y Eff, el escritor especialista en situaciones cotidianas.
La primera en hablar fue Lis.
- No estoy de acuerdo.
- ¿Cuál es tu punto de vista en esta situación? – preguntó la sombra.
- ¿Para qué nos puso a escribir sobre estas personas? ¿para que luego las matemos, así, nada más? ¿acaso cree que no tenemos sentimientos? ¿acaso Él no tiene sentimientos?
Por un momento nadie habló. La sombra rompió el silencio con una risa amable.
- Entiendo lo que querés decir, Lis, pero no podemos dejar que nuestros sentimientos interfieran con nuestro trabajo. No viniste acá para establecer vínculos con tus personajes. Estás acá para escribir lo que se te ordena, y si tu razón no es más que personal, me temo que no será tomada en cuenta.
- De todas formas, no dejaré que todo sea tan fácil. – dijo, con el odio grabado en el rostro.
- Hacé lo que quieras, pero te recuerdo que ÉL no va a permitir que eches todo a perder, podés terminar en la sala de historias desechas.
- Y yo te recuerdo que tu trabajo no es amenazarme.
- No te estoy amenazando, solamente es un recordatorio de cómo son las cosas. Yo no deseo que te encierren, Lis.
Ese comentario suavizó un poco la tensión, aunque obviamente ninguno de los dos iba a abandonar su posición.
- ¿qué opinás, Om?
El escritor lo pensó un minuto.
- Creo que alguna vez tenía que pasar. Pero… esto tiene que tener un sentido. Las cosas no pueden pasar porque sí.
- ¡por supuesto!- exclamó la sombra, jubilosa- por eso ustedes trabajan para nosotros, para que las cosas no sean aburridas y tengan un… sentido.
- si… yo pienso igual que Om- dijo Lu, dudosa- Las cosas no pueden pasar sin una razón.
Arg rió. Todos lo observaron, Lu estaba molesta.
- ¿Qué pasa?- preguntó la escritora.
- ¿ahora vos te ponés a hablar de la razón? ¡la razón! ¿Qué tiene que ver la magia con la razón? ¿ahora te querés hacer la científica?
- ¡la magia no ocurre si no hay una razón!
- ¡No! ¡no es así! Cuando la magia tiene una razón, cuando la magia es real, se vuelve ciencia, y a eso no hay vuelta que darle. – se calmó, y luego agregó, con tono sombrío – Vos… vos no debería estar ahí. Vos no deberías representar ningún grupo ni nada. Vos… deberías estar trabajando para mí.
Lu lo miró con desprecio, y estuvo a punto de replicar, pero la sombra la interrumpió.
- No estamos acá para discutir esos temas. Arg, ¿estás de acuerdo con eliminar a los seres humanos?
- Qué se yo… no se. Es algo que se tiene que pensar bien cómo, nada más. Creo que nadie está feliz con eso, pero… - terminó la frase con una expresión de resignación.
- ¿Y vos, Eff?
Eff, un buen trabajador, pero frío y calculador (dos cualidades no muy buenas para un escritor), miró a la sombra y simplemente dijo:
- que sea lo que tenga que ser.
Lis frunció las cejas a ese comentario tan indiferente, pero nadie dijo nada.
-Ok, por lo que puedo entender, la mayoría de los escritores están de acuerdo con que esto suceda a través de una historia interesante, y, como dicen ustedes, con “sentido” – pronunció esta última palabra de manera extraña.
- sentido- masculló Lis en voz baja.
- ¿Cómo creen que deba suceder esto? – preguntó la sombra haciendo caso omiso a la interrupción de la escritora.
- puede ser… - dijo Om – yo creo que debemos darles la oportunidad…
- ¿esto no se trata del exceso de oportunidades? – interrumpió Eff
- Técnicamente si… pero… esto tiene que ser como un juego. Si, un juego. Han oído hablar… ustedes vieron esas historias típicas de los seres humanos, de esas que un grupo de adolescentes están destinados a ser héroes y salvar al mundo…
- continúa- lo alentó Arg.
- que tal… ¿Qué tal si esto fuera al revés? en vez de que estén destinados a salvar al mundo, estén destinados a destruirlo. Quiero decir… de esta manera usamos las reglas de su propio juego.
- Creo que es una buena idea…- dijo Lu. – pero… ¿Cómo comienza esta destrucción?
- Pensé algo así como un detonante, una bomba.
-explicate- dijo la sombra.
- De modo contrario a las historias de los seres humanos, supongamos que estas personas destinadas a destruir el mundo, viven cerca, pero no se conocen. En el momento en el cual estén todos juntos y hayan lazos de diferentes sentimientos que los unan, una especie de bomba destruirá la raza humana.
- una… ¿bomba?- dijo Arg como si estuviera diciendo un disparate.
- algo así
- No me parece una mala idea – dijo Lu
- A vos nada te parece una mala idea – replicó Arg.
Lu ignoró el comentario.
- Pero… ¿quienes serán estas personas? ¿Cuántas serán? ¿Cómo será su vida? ¿Cómo se encontrarán entre sí?
- He pensado en aquellas leyes que se auto imponen los seres humanos – dijo Om – Me parece una buena idea basarnos en sus leyendas… He pensado en que sean 7 personas, y que cada una represente a un pecado capital.
- no- dijo Lis.
- ¿Cuál es tu problema ahora, Lis?- dijo la sombra.
- No creo que eso sea correcto. Para los seres humanos, el 7 es un número sagrado, debería ser el 6, el número del diablo.
- Pero el hecho de que el número de los pecados capitales sea el 7… ¿no lo vuelve a este también un número maldito? – pensó Om en voz alta.
- Bueno, para mí hay un pecado capital totalmente innecesario, y de los demás no estoy muy segura, pero eso si, no estoy de acuerdo con los humanos en ese tema.
- ¿Cuál es ese tema?
- No creo que lo que ellos llaman “Lujuria” sea un pecado. Se supone que en el amor no deberían haber reglas.
Om revoleó los ojos y dijo:
- Los seres humanos no son tan románticos como pensás, Lis. Muchas veces solo caen a una tentación estúpida y perversa.
- Pero no siempre.
- No, no siempre, pero la lujuria solo se aplica a esos casos.
- No es cierto, También se considera lujuria la relación entre un cura y una mujer, a veces incluso entre dos personas del mismo género, o entre dos familiares.
- Eso ya se escapa de mis manos, hay cosas que no podemos cambiar, y, como dije antes, la idea era seguir su juego.
Lis tuvo que aceptar otra vez su derrota, lo cual no la puso de muy buen humor.
-Entonces 7 personas… - murmuró la sombra.
- Si, pero a lo que iba antes, creo que debemos darles la oportunidad de salvarse- Dijo Om.- Como bien saben, nosotros tenemos el poder de marcar pautas, personalidades, consecuencias, y otros temas como el clima, etc. pero no podemos controlar a los humanos… No los obliguemos a destruirse, dejemos que ellos decidan.
- ¿Cómo hacemos esto?- preguntó Arg, pero por alguna razón no parecía conforme con su pregunta.
-Mandémosles señales…pistas. Veamos si la curiosidad los traiciona.
- Solo queda elegir a las personas. – dijo Lu.
- Esperá, necesitamos ver quién está de acuerdo… Lis, ¿Qué opinas?
- Supongo que si tiene que pasar de alguna forma, que sea esa- Dijo Lis, enfadada.
- Om fue el de la idea, así que… ¿Lu?
- Me parece que está bien. – dijo, satisfecha.
- ¿Arg?
- ¿Para que me preguntás? La mayoría ya está de acuerdo
- Creo que sería útil conocer tu opinión.
- Esta historia es la cosa con menos sentido que oí en mi vida, pero está bien si ustedes lo creen así…
Lu lo miró con una expresión de desesperación y dijo:
- ¡Estoy harta de que para vos todo tenga que tener un sentido! ¡Basta! ¿Acaso no podés ser feliz sin una razón?
Arg la miró seriamente, pero no dijo nada.
- ¿y vos, Eff?- Retomó la sombra.
- Es una historia un poco disparatada, cierto, pero interesante.
- Bueno, entonces estamos todos… casi de acuerdo, ¿verdad? En ese caso, solo nos queda elegir a las personas.
Y entonces sacó, como por magia, 7 perlas extrañas, bastante grandes, y de un color avioletado, pero variado en muchos matices. Estás perlas tenían algo negro en el centro, y eran muy brillantes. Flotaban arriba de las manos de la sombra.
-Cada una de estas perlas representa a las 7 personas elegidas. Estas personas viven en el mismo barrio, pero muy pocas se conocen, o se vieron alguna vez. Como saben, cuando escriban sobre estas personas, solo tienen que.. – En ese momento se interrumpió, agarró una de las perlas y las abrió como si fuera una cajita- Meter las prosas aquí dentro, y se convertirá en parte de su vida. Estas personas tienen ciertas relaciones con el pecado que se les ha asignado, aunque hay que tener muy buen ojos para verlas. Ustedes solo les enviarán los mensajes, es decir, las señales que los incitarán a conocerse. Luego vemos como ellos reaccionan.
- Una pregunta – dijo Lu - ¿Cómo recibirán las señales?
Casi pudo verse una sonrisa detrás de la sombra.
- que pregunta… de la forma que cause más curiosidad, a través de los sueños.

miércoles, 16 de septiembre de 2009

martes, 15 de septiembre de 2009

porcelana


porcelna mira sin mirar,
sus rasgos de muñeca no dicen nada más,
mas el sol la está buscando desde allá...


porcelana parece de piedra,
pero en sus ojos se le ve algo especial,
la vida inunda sus dedos y empiezan a bailar...


como si algo en tí llamara su atención,
su nariz te busca y sonríe sin temor,
parece que su cara se pinta de color.

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y su pelo de lana parecía brillar,
y sus lentes solo completaban su figura celestial,
me gustaría verla con zapatos de cristal,
porcelana, porcelana,
quiero verte una vez más.

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Todos la quieren guardar
en una cajita para poderla recordar,
y que su piel de seda no se rompa nunca más.
todos quieren verla bailar,
vestirla con ropas de mucha antigüedad,
y que sea porcelana, porcelana de verdad.

Nadie se quiere enterar,
porcelana es como una persona, en realidad,
habeses tiene frío y se pone a temblar.

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pero es una caricatura en su piel de papel,
todos quieren abrigarse en sus ojos de miel
y en su risa cantarina dormirse otra vez...
porcelana, porcelana,
solamente te quiero ver...

después de todo,
solamente te quiero ver...

porcelana, porcelana,
abre tus ojos una vez más,
La música suena, y tus pies responderán,

porcelana lo sabe,
pero quiere despertar.

jueves, 10 de septiembre de 2009

Verdad

¿Quien soy yo para decir qué es la verdad?
¿Quién me dice la verdad de todo?

Me pinto un punto adentro de otro punto en la palma de la mano, y me voy para el funeral, pero... ¿qué clase de mierda soy?
Ahí voy, a decirle al mundo, en medio de tristezas y de gente muerta, mi religión. ¿que tipo de parsona soy?
¿mi religión? si, mi religión. Esa que tiene por objetivo descubrir que hay despues de la muerte, en vez de confiar en suposiciones estúpidas.
Y ahí, como una tarada, cuando la verdad está detrás de la tumba.
la verdad

la verdad

la verdad
la verdad?
Y allá afuera hay una fiesta, pero la verdad no está acá.
Fue un viaje inecesario.
La verdad no se encuentra despues de la muerte, porque cuando no hay vida nada tiene sentido.
Y en medio de tristezas, ni siquiera fui capaz de llorar por alguien que conocí.
A lo mejor, las lágrimas me ayudaban a descubrir algo.
¿quién es tan cruel como para mezclar algo tan mágico como la muerte, con la ciencia?
perdonenme, todavía no supero mi humanidad






Nuestro lema: no dejes que la muerte te atrape antes de decubrirla.

el arbol y el duende (3)

No se muy bien que decir
No tenía pensado escribir la 3º parte.
Pero supongo que despues de aquella tarde no me queda otra alternativa.

Llegué a quererlos mucho. mucho. Solo mirarlos me hacía sentir feliz. No importa si están juntos o no. Pero son sus juegos a la luz del ocaso que están hechos para que los seres humanos los miremos, contemplemos su belleza, como un simple entretenimiento. La belleza es algo casi superfecial, y muchas veces carece de significado. Pero la belleza no existe sin nuestro pasado, nuestras manías, nuestras imperfecciones.
Es por eso que con su baile lograban hacer eso que ningún ser humano puede.

Ahora no importa si son felices o no. Suena duro, y me duele admitirlo, pero solo quiero verlos felices delante de mi, que guarden sus problemas en secreto y hagan esa danza imposible.

Las cosas no deberían ser así. Todo empezó con un escrito que admitía una tristeza estúpida, y que nunca quize comprender. Y ahora siento que los amo. A ambos. Amo verlos jugar en un silecio alegre, lleno de risitas escondidas y disfrazadas. No me gusta que hablen. Prefiero pensar que solo son árboles. Y duendes.

Debo ser muy egoista. A veces sueño con que un sol se una a esa danza. Ese sol que me encanta mirar, y que no enseguese.

Debo ser muy estúpida. Debe ser por que tengo alma de artista. Me gusta observar rasgos, narices, errores. Me gusta recordarlos y luego poder volcarlos en un papel.

Debo ser muy miedosa, por que no me atrevo.

Pero no importan sus sentimientos. No quiero acercarme a nadie. A nadie. Soy feliz mirando, pero no me gusta perder a la gente de vista. dibujos animados

domingo, 30 de agosto de 2009

almohada


quiero ser esa niña de agua

que se deshace en las sábanas,

y en los pliegues de irrealidad...


Quiero ser cada vez más pequeña,

para caber entre tus hombros,

que no son hombros de verdad.


-----

Y que mi piel sea de tela,

y mi sangre... de algodón,

quiero ser una muñeca

que se hunde en su almohadón.

-----


quiero bailar en el mar más salado

y enredarme en sus fluidos,

y hundirme en su colchón...


Quiero formar parte del viento

perderme entre el polvo,

escuchar un cuento azul...


-----

y ser esa hada loca,

que no es hada, es persona.

que no sabe ni volar.


y perderme en la figura,

no es magia, es espuma,

y no es la realidad...


Amanecer en las mañanas,

con gusto a amor en los sueños,

no terminar de despertar...

viernes, 28 de agosto de 2009

aureola

La gente quiere negarla, pero ella está
aaaaaaaaintentan romperla, pero aún está alrededor de su cuerpo.
y yo que la nececito, y al mismo tiempo la odio ¿que hago?

miércoles, 26 de agosto de 2009

indiecita pelirroja

Una vez vi una indiecita pelirroja
¿donde?
muy lejos del agua.
aquí no nos importa la pureza de la sangre, sino la del alma aquí nos importa la pación y morimos junto al fuego no cometas traición

aveces me enriedo en palabras

cOmo haGo parA Que mI haDa vueLe?

gotera

No somos la gotera del mundo
o si?
si lo somos?cuando descubrí que eramos el error de dios, no se si me sorprendí o no, solo sentí que estaba en lo cierto. Pero si dios tiene un error, entonces ¿es perfecto?

el arbol y el duende (2)


Al final si la conocía...
Otra vez me sorprendí de mi misma, no me dolió saberlo.
Lo descubrí gracias a su cinturón, puesto a que aquella vez no pude ver su cara.
Su cinturón era un lazo amarillo, que adornaba su cintura, y se veia solo cuando se ponía de puntitas, cuya acción levantaba unos centímetros su remera.
Se que suena tonto, pero sin el cinturón, nunca me habría dado cuenta.
No importaba que su cabellera rojo fuego resaltara a kilómetros de distancia. No importaba, jamáz me habría dado cuenta.
Cuando me enteré, los recuerdos muertos resusitaron en mi mente. Pero ya no dolía.
¿cómo es que dejo pasar todo tan facilmente? Habeses me sorprendo de mi pasividad.
No la odio. Ni a él, ni a ella. A ninguno de los dos los conosco demaciado como para sentir algo por ellos. Sin embargo, lo hice.
Al fin y al cabo ¿por que debería odiarlos? ¿realmente odié a alguien alguna vez? yo creo que si, pero jamáz vi belleza en el ser humano.
La unión de dos cuerpos me asquea. Eso es, me resulta asquerosa. Intolerante. Peligrosa.
Y sin embargo ¿quién no sintió deseos alguna vez?
Yo creo que todas las bellezas que pude encontrar en un hombre, las relacioné con la naturaleza.
Habeses un arbol. Habeses un sol.
Tanto es así que odio mi cuerpo. Odio la carne, las curvas. Me hacen sentir gorda. A lo mejor, por eso me muerdo los dedos. Me gustaría liberarme de esta capa de piel, carne, y organos innecesrios. Ser un almita sola. Nada más.
Y por eso que ese cinturón amarillo se manchó de negro. Por que el duende se hizo humano, en el momento que vio al arbol como algo más que una imagen, y perdió su inocencia. Y manchó su aureola.
Aún así, Cada día soy mas humana que antes.

Si miras con atención, verás un circulo de luz, torcido, y casi sin brillo, flotando arriba de mi cabeza.


el arbol y el duende



Fue en aquél momento que él entrelazó su brazos con los de ella, y unieron totalmente sus cuerpos en una sola persona.


Se unían de una manera tan mágica que ambos parecían perfectos, esos seres que no encuentras en ningún lado, a lo mejor en una película o en una propaganda, pero ni siquiera eso. Por que ellos eran reales. Y era esa realidad lo que los hacía tan dolorosamente perfectos.
No me di cuenta quién era él, solo tuve una leve sospecha al ver su cuerpo y su cabello largo, y a ella no la pude reconocer. El se veía como una persona, la única vez que se veía así. Quizá porque nunca fue más que una imagen, un ser que siempre estaba ahí, pero no hacía falta.
Ella se veía como un pequeño duende, que se alzaba de puntas para alcanzarlo. Era la primera vez que la veía, pero tuve la impresión de que era una persona grácil. Un pequeño duende…
No supe por que, pero una lluvia de pensamientos me invadió al reconocerlo a él.
Me sorprendí, por naturaleza, solía ser una persona envidiosa y egocéntrica, pero de todas formas no me lo esperaba.
Pensé que, por el simple hecho de que él estaba siempre ahí, me hacía falta. Que a pesar de que nunca le hablé, él creció conmigo, y era el único pedazo que quedaba de mi infancia. La única imagen… que ahora era persona. Y lo había perdido.
Estos pensamientos pasaron tan rápidamente por mi cabeza que apenas me enteré de su existencia.



Y los olvidé… simplemente los olvidé…