Todo texto aquí visto es pura creación de grillito, alias Azul, alias Fairy, alias la chica astronauta, alias Azul, alias la loca esa

toda imagen aquí vista es pura creación de alguna persona, ecepto grillito, a menos que ella diga lo contrario. Si quieren ver dibujos de ella, vayan a http://lachicamariposa.deviantart.com/

Procuren no chocarse con la luna!

domingo, 28 de noviembre de 2010

Chamuyo de Edipo


Buscaba una luz en la oscuridad. Una luz que lo despertara de aquella infinita noche atormentada de pensamientos. Quizá solo porque buscaba algo real y coherente, acudió a ella. Caminó sonámbulo por el pasillo lleno de fantasmas, sin estar muy seguro hacia donde iba en realidad. Pero el miedo le daba valor para seguir adelante. Llegó hasta la puerta de su habitación, y se detuvo, indeciso. Recordó que debían de ser como las 2 y que ella se iba a enojar si la despertaba.
Avergonzado, se sentó al lado de la puerta dispuesto a no hacer nada más.
Pero los fantasmas no desaparecen así como así. Al verlo rendirse tan fácilmente se acercaron, le susurraron cosas al oído, lo torturaron sin escrúpulos. Inmediatamente, se sumergió en una especia de locura alternada por una sorprenderte lucidez. Recordó las razones por las cuales había caminado sonámbulo por un pasillo lleno de fantasmas. Era la oscuridad: toda su vida estaba llena de oscuridad. Oscuridad hueca.
Pero se había animado a buscar la luz. Y en ese momento tuvo la certeza de que si no habría la puerta de la habitación de Ella, iba a morir. Ella quizás iba a odiarlo durante toda su vida, iba a despojarlo de su confianza y su amor incondicional, pero nada podía ser peor que la nada de la oscuridad hueca llena de fantasmas. Y con su fuerza egoísta de niño, cerró los ojos y abrió la puerta.
No pasó nada.
La llamó un par de veces en voz baja, pero solo al 6º llamado ella comenzó a dar signos de vida.
La chica abrió los ojos con esfuerzo.
- mm… ¿Qué pasa?- preguntó con mal humor.
El joven tardó en responder.
- No puedo dormir. – Respondió, sintiéndose un irremediable idiota.
- ¿Qué?- Murmuró, todavía dormida. - … No podés venir a joderme con eso ahora… Dale, no seas tonto, andá a dormir.
Él no dijo nada, pero tampoco se fue.
La chica debió comprender que la cosa no iba a ser tan fácil. Decidió levantarse y prender el velador, matando (de esa forma) a un par de fantasmas.
Él no pudo evitar reparar en lo bien que le quedaba a ella ese improvisado piyama, compuesto por ropa rotosa, o que ya no usaba.
- ¿te podés ir?- exclamó ahora la chica, más decidida.- No me vengas con eso de que no podés dormir. Leé algo, no sé, pero no me jodas.
- Ok, no te quería molestar.- Respondió él, de manera algo agresiva.
Pero ella se percató de su mirada de miedo…
A ella también le gustaba jugar a la mamá. Y no pudo evitar responder a esa súplica indirecta. Bueno, ella tampoco era precisamente una chica de muchas luces.
- Está bien, quedate. Pero te tirás un colchón ahí al lado. ¡No me vas a tener tan fácil!